Mi nombre es César Treviño, y te contaré la hermosa
experiencia que viví este verano.
Todo comenzó
unos 3 días después de mi examen final de anatomía, había sido un semestre muy
pesado y me hacían falta muchas horas de sueño para reponerme ya que me sentía súper
cansado, ese día llegué a casa en la noche y entré a mi Facebook y me encontré
una notificación en la cual mi mamá me había compartido el flyer del Verano de Unidos,
yo inmediatamente fui con mi mamá que estaba en el cuarto de a lado, y le
pregunté ¿Qué onda con esto?, y me empieza a explicar lo que ella había leído
en internet acerca de UNIDOS, de como trataban a la discapacidad y todo eso, y
yo le dije que ni de broma quería, me excusé en que estaba demasiado cansado
como para ir todo un verano a jugar con niños con discapacidad que ni siquiera
conocía, pero la realidad era otra, yo lo que en verdad sentía era MIEDO ya que en mi vida había tratado
con una persona con discapacidad pero obviamente eso no se lo comenté a mi mamá.
No se como
pasó, pero al final me convenció, aunque le puse la condicionante de que sólo iría la segunda semana. Una semana después aproximadamente fue la capacitación
en la Facultad de Filosofía y Letras, y fue allí donde empecé a abrir los ojos
acerca de la mala actitud de la sociedad hacia las personas con discapacidad.
Días después
se llevó a cabo el rally, donde los amigos voluntarios nos integraríamos para
conocernos un poco mejor, al final de ese día una orientadora comentó a mi
grupo (MARRÓN) que nos íbamos a enamorar de esto, y yo me pregunté a mi mismo
¿Cómo diablos me iba a enamorar de algo así?
Antes del
día inaugural en Parque España, me di cuenta que una amiga de toda la vida
también se había inscrito al verano, pero ella lo hizo para estar 3 semanas, a
diferencia mía que sólo estaba anotado en la segunda, y por azares del destino
también estaba en Marrón y me pidió que por favor la acompañara ese día por que
ella no quería estar sola, al final decidí acompañarla.
Ese día el 9
de julio de 2012 les juro que CAMBIÓ MI
VIDA, el miedo y la duda se alejaron de mi mente, y empecé una verdadera
conexión mágica tanto con amigos con discapacidad y amigos voluntarios, ese día
me tocó convivir con Felipín y a pesar de mis miedos, empecé a entablar una
sincera amistad.
En todo el
verano conocí a niños maravillosos, que me enseñaron a valorar cualquier
detalle de la vida por más insignificante que este fuera, por ejemplo Karlita
me enseñó a divertirme con Zacate, Luis me enseñó que los límites los pone
uno, Fátima me enseñó que cada persona
es bella a pesar de las diferencias.
Cada taller,
cada paseo, me la pasé tan bien con los niños, me llenaron de alegría, vida y
felicidad que nunca había sentido en mi vida, me sentí tan pleno y sentía que
el tiempo se pasaba volando, para cuando me dí cuenta, el verano había
acabado.
El Encuentro
de Valores fue la cereza del pastel, fue una noche maravillosa donde conocí a
la familia de los amigos con discapacidad, y ese día fue donde en verdad comenzó
la amistad con los niños con discapacidad, ya que tengo la intención de seguir
frecuentándolos hasta que mi cuerpo aguante.
Tal vez mi
verano no fue de playa o de salir al extranjero como el de la mayoría de mis
amigos, pero sin duda este verano HA SIDO
EL MÁS FELIZ DE MI VIDA, y ya espero con ansia que sea Julio de 2013 para regresar al campa.
SUMANDO AMIGOS, CAMBIANDO AL MUNDO.
Atte: César Treviño