lunes, 20 de agosto de 2012

#VeranoUnidos2012… Una experiencia maravillosa


Mi nombre es César Treviño, y te contaré la hermosa experiencia que viví este verano.

            Todo comenzó unos 3 días después de mi examen final de anatomía, había sido un semestre muy pesado y me hacían falta muchas horas de sueño para reponerme ya que me sentía súper cansado, ese día llegué a casa en la noche y entré a mi Facebook y me encontré una notificación en la cual mi mamá me había compartido el flyer del Verano de Unidos, yo inmediatamente fui con mi mamá que estaba en el cuarto de a lado, y le pregunté ¿Qué onda con esto?, y me empieza a explicar lo que ella había leído en internet acerca de UNIDOS, de como trataban a la discapacidad y todo eso, y yo le dije que ni de broma quería, me excusé en que estaba demasiado cansado como para ir todo un verano a jugar con niños con discapacidad que ni siquiera conocía, pero la realidad era otra, yo lo que en verdad sentía era MIEDO ya que en mi vida había tratado con una persona con discapacidad pero obviamente eso no se lo comenté a mi mamá.

            No se como pasó, pero al final me convenció, aunque le puse la condicionante de que sólo iría la segunda semana. Una semana después aproximadamente fue la capacitación en la Facultad de Filosofía y Letras, y fue allí donde empecé a abrir los ojos acerca de la mala actitud de la sociedad hacia  las personas con discapacidad.

            Días después se llevó a cabo el rally, donde los amigos voluntarios nos integraríamos para conocernos un poco mejor, al final de ese día una orientadora comentó a mi grupo (MARRÓN) que nos íbamos a enamorar de esto, y yo me pregunté a mi mismo ¿Cómo diablos me iba a enamorar de algo así?
            Antes del día inaugural en Parque España, me di cuenta que una amiga de toda la vida también se había inscrito al verano, pero ella lo hizo para estar 3 semanas, a diferencia mía que sólo estaba anotado en la segunda, y por azares del destino también estaba en Marrón y me pidió que por favor la acompañara ese día por que ella no quería estar sola, al final decidí acompañarla.

            Ese día el 9 de julio de 2012 les juro que CAMBIÓ MI VIDA, el miedo y la duda se alejaron de mi mente, y empecé una verdadera conexión mágica tanto con amigos con discapacidad y amigos voluntarios, ese día me tocó convivir con Felipín y a pesar de mis miedos, empecé a entablar una sincera amistad.

            En todo el verano conocí a niños maravillosos, que me enseñaron a valorar cualquier detalle de la vida por más insignificante que este fuera, por ejemplo Karlita me enseñó a divertirme con Zacate, Luis me enseñó que los límites los pone uno,  Fátima me enseñó que cada persona es bella a pesar de las diferencias.

            Cada taller, cada paseo, me la pasé tan bien con los niños, me llenaron de alegría, vida y felicidad que nunca había sentido en mi vida, me sentí tan pleno y sentía que el tiempo se pasaba volando, para cuando me dí cuenta, el verano había acabado.

            El Encuentro de Valores fue la cereza del pastel, fue una noche maravillosa donde conocí a la familia de los amigos con discapacidad, y ese día fue donde en verdad comenzó la amistad con los niños con discapacidad, ya que tengo la intención de seguir frecuentándolos hasta que mi cuerpo aguante.

            Tal vez mi verano no fue de playa o de salir al extranjero como el de la mayoría de mis amigos, pero sin duda este verano HA SIDO EL MÁS FELIZ DE MI VIDA, y ya espero con ansia que sea Julio de 2013  para regresar al campa.

SUMANDO AMIGOS, CAMBIANDO AL MUNDO.

                                                                                                                              
  Atte: César Treviño

jueves, 16 de agosto de 2012

Mi historia en Unidos...



Todo comenzó un verano del 2004, joven y algo inmaduro, el mundo de las personas con discapacidad era algo totalmente alejado de mi percepción,  empezó por amigos que ya tenían tiempo en algunos campamentos por lo cual me invitaron y  todo fue parte del “Porque no?”

El primer día recuerdo que fue el  más difícil, no entendía la magnitud de las cosas, mi primera convivencia fue con un niño autista, de los fuertes y correlones, recuerdo que pase toda el día detrás de él porque tampoco sabía cómo interactuar, al terminar el día pensaba que eso no era para mí, que tal vez había otras personas que tenían más sensibilización que yo, fui a mi casa frustrado.

Llegó el segundo día y fue más voluntad que deseo, tenía la sensación que iba a ser otro día difícil, al llegar y ver las caras, sonrisas y alegría, fue cuando entendí lo que estaba pasando, la música, el ambiente, las risas, los juegos, la amistades que se formaban desde el primer día. Todos éramos iguales, no había grandes ni pequeños,  ricos ni pobres, solo eran el tipo de personas que estaban ahí por una causa, mostrar al mundo y a la sociedad que todos somos una sola cosa.

Campamento tras campamento conocía nuevos amigos, el primer día de cada campamento siempre fue el más feliz al ver caras nuevas y otras no tanto. Y claro el último día con sentimientos encontrados al saber que se terminaba una etapa más, pero estabas tranquilo y alegre por saber que todos aquellas personas habían dejado huella en ti; Carlos, Becker, Rosita, Alonso, Alondra, Milka, Giovanna, Kawas, Yoshi, con ellos era un niño más, solo buscaba la forma de hacer de cada día un día especial, que cada día del campamento tuviera un toque diferente y una travesura nueva.

Fueron 3 años continuos de campamento, jamás olvidare el día en el que durante un encuentro de valores, Carlitos Treviño un niño con síndrome down de 3 años que aún no hablaba, le dijo a su mamá que yo era Beto, todavía recuerdo a su mamá llorando de alegría agradeciéndome por lo que los voluntarios hacíamos con los niños, en ese momento no pude expresar ninguna palabra de la emotividad que sentía, pero creo que si la volviera a ver le agradecería a ella por lo que cada niño, cada joven y cada adulto logró con nosotros, mi vida es una antes de Unidos y otra totalmente diferente después de Unidos, creo que hablo por muchos voluntarios al decir que el aprendizaje nos lo llevamos nosotros y que nosotros somos los que debemos de agradecer a ellos.


Con el tiempo me aleje por motivos escolares, mi verano se convirtió en trabajo y poco a poco me fui alejando del ambiente Unidesco, termine mi carrera en diciembre del 2010 y empezó la búsqueda de trabajo, habían pasado apenas dos meses y realmente estaba desesperado en encontrar algo, aún sin trabajo llegó el mes de julio y después de varios años de estar alejado, de nuevo me llegó la invitación para participar en el campamento de Unidos, me llegó la noticia con mucha emoción pero a la vez con cierta incertidumbre ya que estaba en un proceso de reclutamiento para una empresa, acepte sin pensarlo aclarando que me podrían hablar en cualquier momento y tendría que dejar el campamento, se llegó el día 1 y volvió la magia, fue como si aquella chispa volviera a brillar de nuevo, mucho y poco había cambiando desde aquella última vez,  aquellos peques del grupo melón ya eran todo unos jóvenes, algunos hasta más altos que yo, pero lo que seguía igual era aquel carisma y aquella felicidad,  me alegraba mucho saber que algunos de aquellos niños aún recordaban mi nombre y aquellos pasos de baile que inventábamos cada campamento.

Día a día se iban formando nuevos amigos y otra vez nuevos aprendizajes, no importaba estar mucho tiempo en el sol, es más la única forma en la que te dabas cuenta que había sol era hasta al llegar a tu casa y verte en el espejo. Conocí una nueva faceta de Unidos al pasar de ser voluntario a ser parte del Staff, ya no solo conocía a los peques del melón ahora había mayor amplitud: Lupillo, Magaly, Johnny, Nana, Moy, Nene, Juanca, América, no terminaría de nombrar a todos, día a día sabía que tenía que vivirlo al máximo porque quien sabe, podría ser el último en el campamento, tal vez al siguiente día podría estar ya trabajando. Pasaron volando las 4 semanas que dura el verano,  con nuevas amistades, risas, reuniones, fiestas, paseos, nuevas funciones ya que alguno que otro día me tocaba fingir de animador, no tenía ni idea de cómo actuar en un micrófono con mucha gente, creo que más bien la clave era la música prendida y tratar de dar animo a los que llegaban dormidos en la mañana o los que estaban agotados ya por la tarde. A la cuarta semana se llegó el día de la misa con motivo de dar gracias por lo vivido durante ese mes mágico, todos muy bien portados, veías algunas caras ya nostálgicas de saber que pronto acabaría el verano, fue ahí cuando justo terminando la misa recibí la llamada con la noticia de que estaba contratado, mi primer trabajo, fue ahí cuando comprendí que no existen las casualidades, que existen lugares a los que vamos por una razón, que hay personas que se cruzan en momentos adecuados y que existen otros muchos que siembran en tu vida una semilla, que siempre estarán ahí no importando a donde vayas, sabes que siempre habrá muchas sonrisas esperando en aquel lugar, en aquella carpa, que cada vez que escuches aquella canción del verano vendrán a ti aquellos momentos inolvidables donde el tiempo no importaba y el día parecía que duraba solo unas horas. Es imposible imaginar ir al parque España, al bioparque, al cine, o al boliche sin imaginarte todos aquellos camiones llegando en masa, esas tantas sillas de ruedas armándose y desarmándose una y otra vez, todo por una razón; demostrar la igualdad.

Siempre he creído que cada vida es como una película, algunos eligen una comedia, un drama e incluso un género de misterio, si hoy tuviera que resumirlo en una sola palabra sería GRACIAS, por Estela la directora de la película que se baso en una historia real, por el Staff los generadores de este movimiento, los que están atrás de todo pero sin duda hacen una función fundamental y única, a los voluntarios que como el público,  sin ellos no sería posible el éxito de esta causa, a los padres de cada uno de nuestros amigos con discapacidad, por forjar y luchar día a día para que esta película se lleve a cabo, y más que nada a los niños, jóvenes y adultos con discapacidad, ellos son los actores principales, los dignos de ganarse un Oscar, los que te pueden llevar hasta el borde de la felicidad y  de un momento a otro te pueden llevar hasta las lágrimas, siempre estaré muy agradecido por haber sido parte de esta causa, y que por mucho o poco que pude aportar, yo fui el que salí ganando, soy parte de una película, una película llamada Unidos.


Beto Iglesias

viernes, 10 de agosto de 2012

La forma en que Unidos llegó a mi vida


Les quiero compartir la forma en que UNIDOS llegó a mi vida, y la experiencia tan enriquecedora que ha significado para mi.

Hace aproximadamente un año y medio me entré de la existencia de UNIDOS, una amiga me comentó sobre los sábados de rol, ella estaba asistiendo y me invitó, sin embargo a mi se me empalmaba con las clases de inglés que estaba tomando en ese entonces.

¿Cómo entre a UNIDOS?  Al iniciar las vacaciones de Verano, tenía muy en claro que este verano tenía que ser diferente, estaba convencida de aprovecharlo al cien por ciento, y buscar una actividad que me dejara “algo” de utilidad, mi primera opción fue conseguir un empleo, me cerré a esa idea, aún y cuando las oportunidades laborales no se concretaban y mi verano se iba agotando… Ya había pasado un mes, y yo continuaba en la misma pasividad, eso me llevó a replantearme lo que pretendía y quería hacer con mi último mes de vacaciones. Entonces comencé a considerar la actividad de voluntariado,  chequé algunos campamentos de verano que se estaban dando cerca de mi casa, uno era en el colegio donde cursé la secundaria, y pensé acercarme y pedir informes, pero por azares del destino el día que lo haría, no pude.

Un día entré a facebook, y lo primero que me apareció en inicio fue una imagen de UNIDOS que decía: “Quieres un verano diferente?, asiste a la capacitación en la capilla de Lourdes, para que formes parte del equipo de voluntarios para estos Campamentos de Verano 2012…” cuando lo terminé de leer, tuve la corazonada de que eso era lo que tenía que hacer, algo dentro de mi me decía que debía de ir a esa capacitación, sin pensarlo dos veces, tomé la decisión de asistir… Y ese fue el inicio de un camino que no estuvo nada fácil de cruzar, en éste me iba topando con piedritas que hacían complicado mi andar para llegar a mi meta: Ser parte de los voluntarios de los Campa 2012, no obstante lo logré.

¿Qué fue lo que me hizo poder cumplir con mi meta? Las ganas de ser parte de ello, de probar algo nuevo y diferente a lo común en cada verano, escuchar lo que mi corazón, mi interior me decía, y sobre todo recordar las palabras que nos dijo el chavo que dio la capacitación de UNIDOS: “Quien quiere ser voluntario, va a ir a donde lo manden, sea parque España o San Nicolás, porque tiene las ganas de estar ahí, de vivir la experiencia…”  Además de que UNIDOS me ayudó, al contagiarme de su magia,  porque tan sólo basta un día para ir a UNIDOS y enamorarte de lo que es!

Hoy estoy muy agradecida con UNIDOS por abrirme las puertas de su casa y recibirme con los brazos abiertos… Me ha dado tanto, más de lo que yo pude compartirles… Porque principalmente me ayudó a vencer ciertos miedos que tenía, me quito la venda de los ojos sobre las personas con discapacidad y me ayudó a tener otra perspectiva muy distinta a la que tenía, y sobre todo a ser una mejor persona, a tener los deseos de ser mejor cada día, de disfrutar al máximo mis días, estando agradecida por el simple hecho de estar vivía, de siempre encontrar algo positivo en mi día y de tener como filosofía el “como si hacer tal cosa”…


Tan solo me queda decir Gracias UNIDOS! 

By. Nelly Alanís Esqueda